La palma areca necesita luz brillante indirecta. Riégala abundantemente en primavera y verano, dejando que la tierra se seque ligeramente entre riegos. En invierno, reduce la frecuencia de riego. Mantén una humedad alta, rociando las hojas regularmente. Fertiliza mensualmente en primavera y verano con un abono equilibrado diluido. Trasplanta cada 2-3 años. Evita las corrientes de aire frío y las temperaturas por debajo de 15°C. Limpia las hojas con un paño húmedo.
Palma areca grande
Q120.00Precio